Boda en el Pirineo: Cristina y Manolo

¡Aquí está la boda en el Pirineo de Cristina y Manolo! Esta joven y enamoradísima pareja de Zaragoza decidió darse el “Sí, quiero” en el Camping de Saravillo, probablemente uno de los rincones más infravalorados del gigante montañoso. Sin duda, este ha sido uno de los emplazamientos más recordados para nosotros en 2018, y es que, tanto para Raquel como para José Manuel, las montañas oscenses son un lugar especial.

Desde las primeras reuniones sentimos fluir la química entra la pareja y nosotros, y es que rápidamente comprobamos la gran cantidad de puntos en común que teníamos con ellos. Una forma muy especial de entender la vida y un cariño especial por la propia naturaleza hicieron que su boda en el Pirineo nos llenase de ilusión absoluta.

A mediados de septiembre, cuando a las montañas llegan los visitantes que buscan un punto extra de tranquilidad, nos trasladamos al camping de Saravillo preparados para no perdernos ni un detalle. Todos los preparativos, tanto los de familiares como los de la novia y el novio se llevaron a cabo en el recinto, lo que hizo que desde los primeros instantes encontrásemos momentazos de cariño y alegría.

Preparativos en Saravillo

El rato con Manolo, sus padres y sus tres hermanos, ya nos reveló a una familia muy unida y con un carácter tremendamente afable. Entre unos y otros fueron ayudando al novio con sus preparativos, mientras el bueno de Manolo empezaba a notar la presión de los nervios y el calor. Pero mirar por el pequeño ventanal aliviaba el agobio, y es que celebrar una boda en el Pirineo es tener una constante válvula de escape con solo levanta la mirada.

Tras dejar a Manolo más que preparado, comenzamos los preparativos de Cristina. Al igual que sucedió con la familia del novio, en un visto y no visto nos sentimos tremendamente integrados en la familia de la novia, más numerosa, pero igualmente cariñosa.

Con un pequeño retraso terminamos el ritual de maquillaje, peluquería y vestido, y cerca de las siete de la tarde nos dirigimos a una pequeña campa en la que iba a celebrar la ceremonia de la boda en el Pirineo.

A caballo llegó Cristina hasta el altar, en el que Manolo la esperaba con un espectacular traje con un toque de color. El telón del “Bal de Chistau” era inmejorable, a pesar de unas oscuras nubes que amenazaban con descargar sobre la boda. Afortunadamente, el agua no fue protagonista y todo se pudo desarrollar sin mayores consecuencias. Toda la ceremonia estuvo llena de grandes momentos, con espacio para llorar de emoción o reír a carcajadas. Especialmente emotivos fueron los instantes en los que la prima de Cristina rompía a llorar y cuando los hermanos de Manolo les dedicaron una canción que ellos mismos interpretaron.

Camping de Saravillo

Tras las correspondientes felicitaciones, dio comienzo el cóctel y el banquete. Previamente, Cristina y Manolo fueron sorprendidos con un audiovisual y una pancarta de felicitación. Estar rodeados por su gente y por las montañas que tantas veces les han acogido dio un valor especial a su boda en el Pirineo.

Todo el camping había sido decorado por los propios novios, que también prepararon con mucho cariño diversos juegos y regalos. La cena estuvo presidida por las canciones, las bromas y los abrazos. Tras ver nuestro Same Day Edit, arrancó el indispensable baile nupcial que dio paso a la barra libre.

Con mucha pena y ciertamente cansados, dejamos la boda en el Pirineo de Cristina y Manolo para buscar un necesario descanso. Haber sido los testigos visuales de la boda de esta pareja fue un verdadero honor, y hacerlo en ese entorno una gratificación extra.

Hoy queremos dar las gracias a Manolo y Cristina por pensar en nosotros para contar su boda en el Pirineo. ¡Muchas gracias de corazón! Pronto podremos ver su postboda en Canfranc y Jaca. De momento, muchas gracias al resto por leer y comentar la entrada.

Raquel y José Manuel

Fotografías de Raquel y José Manuel

Pase de Diapositivas: (puedes ver una selección de las mejores fotos debajo de este vídeo)