Postboda en Tarragona: Aitana y Luismi

Aitana y Luismi tomaron la gran decisión de hacer su Postboda en el Delta del Ebro. A decir verdad, ellos confiaron en mí a la hora de proponerles una serie de lugares especiales para su reportaje. Entre otros, este lugar, cargado de sitios maravillosos, fue una de las opciones que les propuse. Aunque, realmente, tras su boda en Aura (puedes leer la entrada de su boda en este enlace), su primera gran decisión fue hacer una Postboda.

Siendo sincero, siento especial debilidad por este lugar. Como podéis comprobar en esta entrada acerca de la Postboda de Laura y Jorge, no era la primera vez que realizaba una Postboda en el Delta del Ebro.

La necesidad de cambiar

Sin embargo, también siento la necesidad de variar profundamente el planteamiento de una sesión cuando repito una ubicación. En mi cabeza no entra regresar a un sitio y repetir las fotos que ya he hecho. Me gusta sorprenderme y experimentar. Creo que es una de las patas de la creatividad.

Así que, para esta Postboda en el Delta del Ebro, propuse a Aitana y Luismi viajar hasta el extremo contrario que ya conocía del delta. Concretamente, tracé una ruta por lugares abiertos, campos despejados, observatorios de aves y, como no podía ser de otro modo, una playa bonita para un final bucólico al anochecer.

Muy buena temperatura

Afortunadamente, el tiempo estuvo de nuestro lado y no tuvimos uno de los mayores enemigos para una Postboda en el Delta del Ebro: el viento. Aquella tarde estuvo tranquilo y disfrutamos de una jornada de calor propia del final del verano.

Como era de esperar, el comienzo de la sesión fue tranquilo y sin encontrarnos con mucha gente, lo que permitió a Aitana y Luismi coger confianza de cara al resto de la Postboda. Esto, que es algo fundamental bajo mi punto de vista, es el primer peldaño para tener unas imágenes naturales y divertidas.

También es costumbre en mis trabajos buscar una amplia variedad de imágenes y situaciones. Para ello, jugamos con una primera parte más centrada en la pareja, un segundo tramo en el que jugamos con imágenes más artísticas, centradas en las líneas y los juegos de luz, y un último tramo en la playa con la luz perfecta del atardecer.

Anochecer en la playa

Como supondréis, esta última parte de la Postboda en el Delta del Ebro, con Aitana y Luismi metidos en el mar fue pura magia. Cuesta describir con palabras las emociones que se crean cuando dos personas que se quieren se encuentran en un momento tan dulce, dentro del agua, con una luz preciosa y la mente llena de recuerdos bonitos. Esa es, sin duda, la razón de ser de una Postboda.

Una vez más, quiero dar las gracias a Aitana y Luismi por su enorme cariño, atención y predisposición durante todo el tiempo que hemos pasado juntos. ¡¡Ha sido un enorme placer!! ¡AH!, por cierto… ¡BodyPump! 😉:P