BODA
El vuelco que ha dado la fotografía de bodas es simplemente espectacular. De unas fotos previsibles, pesadas y lastradas por unos medios limitados (como eran los carretes), hemos pasado a unos reportajes llenos de variedad, naturalidad y realismo.
Esta nueva era de la fotografía nace bajo las faldas del fotoperiodismo, cogiendo lo mejor de dicha disciplina y añadiendo la influencia de otros grandes maestros de la pintura, el cine o la fotografía artística.
Gracias a esta amalgama de factores, hoy en día se hacen reportajes llenos de matices, creatividad, momentos reales y todos los sentimientos que afloran en una boda. De este modo, el fotógrafo ha pasado de ser un personaje que interrumpía constantemente para hacer posar y tomar una foto, a un simple testigo más, un testigo que logra llevar todo lo que sucede en vuestra boda a una colección de imágenes irrepetible.
Me siento absolutamente identificado con este estilo. No hay poses, no hay interrupciones, quiero que viváis vuestra boda sin cambiar nada. Quiero que disfrutéis del cóctel, de la cena, de vuestra gente, y además quiero que lo hagáis con la certeza de que un profesional se hace cargo de vuestros mejores recuerdos.