Fotógrafo de bodas en Lugo

Hoy tengo el gusto de presentar uno de mis recientes trabajos como fotógrafo de bodas en Lugo. Concretamente, hoy vengo con la sesión de pareja que realizamos el verano pasado a Laura y Tom. Como muchos ya sabréis, tener un pie en Galicia y otro en Aragón conlleva muchos viajes y largos desplazamientos. Sin embargo, también genera una renovación de ideas continua, un soplo de aire fresco en cada cambio de ubicación y un chute de energía. Eso sucedió en esta preciosa sesión de pareja realizada en el corazón de la Ribeira Sacra lucense.

La Ribeira Sacra

La tierra de mis abuelos, y que me da mi primer apellido, era, por primera vez en mi trayectoria como fotógrafo de bodas en Lugo, la protagonista de mis fotos. Fue un inmenso placer pasear por lugares emblemáticos de la ribera del Miño con una pareja tan increíble como la que forman Laura y Tom.

En este caso, la primera parte de la sesión de pareja la realizamos en las cercanías del polígono industrial de Chantada. Como buen conocedor de la zona, busqué una ubicación que me permitiera jugar con luces y sombras en la primera parte de la sesión de pareja, una de mis marcas de identidad como fotógrafo de bodas en Lugo. Con la pareja todavía algo tímida, fuimos jugando con la luz más dura y enredando con la creatividad y las imágenes más diferentes. Una carretera poco transitada era el mejor escenario para este primer tramo.

Rumbo a Belesar

Desde aquí viajamos, pasando por mi casa familiar, a uno de los núcleos de población más visitados de la Ribeira Sacra lucense: Belesar. Un catamarán que recorre el Miño es uno de los puntos turísticos más importantes de la zona. Aquí jugamos con el coqueto puente que salva el río y que tantas veces había visto con otra mirada. Laura y Tom, mucho más sueltos frente a la cámara, se mostraban su cariño y me encandilaban por la ternura que desprendían en sus gestos.

Conseguir estos momentos tan íntimos es una de las labores más complicadas para un fotógrafo de bodas en Lugo. Requiere dar a la pareja confianza, tranquilidad y crear un ambiente de trabajo que relaje a las personas. Tras un breve paseo por el pueblo retomamos carretera para ir a otro de los puntos fundamentales de la sesión: una bodega.

Adegas Vía Romana

Los conocedores de la zona sabrán que la Ribeira Sacra es una privilegiada por muchos motivos. Uno de ellos es que puede presumir de ser una de las denominaciones de origen vinícolas más importantes de Galicia. Sus “mencías” y sus “godellos” se exportan por todo el mundo. Obviamente, en una sesión de pareja que muestre las virtudes de la zona no podía faltar la visita a una bodega. Para colmo, tuvimos el honor de contar con el apoyo de una de las más importantes de Galicia: Via Romana, que nos facilitó sus instalaciones y nos dejó trabajar con total libertad. Otro enorme placer para todo fotógrafo de bodas en Lugo.

Con Laura y Tom paseamos entre las viñas, nos deleitamos con el paisaje y mezclamos su maravillosa relación con un entorno extraordinario. Tras una corta estancia en la orilla del Miño (el sol ya se había escondido y no teníamos la mejor luz) nos marchamos a las alturas para encontrar una puesta de sol de película. Y así fue; la planificación había sido perfecta y llegamos al Cabo do Mundo (otro de los referentes de la Ribeira Sacra lucense) para ver caer al astro rey en toda su magnitud. Para los que no podemos vivir estas puestas de sol a diario poder disfrutar de algo así resulta un chute de energía.

Fin de sesión

El Miño era el telón de fondo perfecto para esta sesión de pareja y resultaba complicado imaginar un trabajo más gratificante que el de fotógrafo de bodas en Lugo. Unas tomas en un campo cercano fueron el punto final definitivo.

Muy agradecido

Hasta aquí el resumen de la sesión de pareja con Laura y Tom. Gracias de corazón por haber formado parte de este reportaje. Gracias por vuestra sonrisa y vuestro cariño. ¡Espero que todo vaya bien y encontrarme de nuevo con vosotros en el camino! Al resto. Muchas gracias por leer la entrada y ver las fotos.

José Manuel