Consejos fotográficos para la Luna de Miel
Consejos fotográficos para la Luna de Miel
Aquí os dejamos una nueva entrada con unos breves consejos fotográficos para vuestra luna de Miel. Cada vez es más frecuente encontramos parejas de novios en las que uno de los dos es un apasionado de las fotos. Desde hace un buen número de años, con la llegada de las cámaras digitales, hemos vivido una democratización de la fotografía que permite a cualquier usuario adentrarse en este maravilloso arte. No hacen falta grandes cámaras ni los mejores objetivos para obtener fotos buenas. Un ojo bien entrenado es capaz de lograr imágenes de impacto a nivel de usuario.
Cuando tenemos el placer de topar con este tipo de parejas siempre terminamos hablando de cámaras, tarjetas, archivos, y mil cosas más. En ocasiones se nos pide, como profesionales involucrados en este sector, consejo sobre diferentes aspectos. Uno de los más recurrentes es sobre la Luna de Miel: ¿Qué me llevo? ¿Cuántas tarjetas? ¿Me compro un objetivo? Y como estas muchas otras dudas.
Ante todo, disfruta del viaje
La primera premisa es de todo menos fotográfica. Y no es broma. Los que vivimos el mundo de las fotos con tanta intensidad podemos caer en la trampa de ser pesados y aburridos cuando nos metemos en acción. Nuestras novias, maridos y familiares lo suelen entender, pero, en un viaje de novios, quizá sea mejor no ponerse muy tiquismiquis a la hora de tirar fotos. Está claro que vamos a tener mil estímulos y ganas de hacer millones de fotos, pero ¡estamos de Luna de Miel!
Superado ese paso, debemos plantearnos dónde vamos de viaje. Por norma general, los viajes de novios os llevan a países lejanos, muchas veces exóticos y a los que resulta complicado regresar en el futuro. Obviamente, no podemos dejarnos la cámara en casa. Es una oportunidad única. Sin embargo, la primera pregunta es ¿qué equipo nos podemos llevar a ese país?
Del mismo modo, la norma es que se viaje a países seguros y con todas las garantías. Sin embargo, hemos tenido parejas que han elegido viajes más mochileros y con algunas restricciones a nivel de seguridad. Antes de cargar con nuestros equipos debemos saber si es seguro pasear por la calle con una cámara de fotos.
Piensa en el avión
En segundo lugar, debemos considerar que nos vamos a subir a un avión y, si llevamos mucho equipo y una mochila grande, vamos a tener que facturar. Muchas veces es mejor opción llevar una pequeña maleta de mano y pasar la cámara como mochila de viaje. En este caso, menos es más.
Muchas veces hemos hablado de la ventaja de las lentes fijas. Somos absolutos defensores de ellas. Sin embargo, estas lentes son más caras, más pesadas y menos versátiles que un zoom. Esta es una opinión muy personal, pero, seguramente, sea más práctico llevar un objetivo que abarque varias focales que varias lentes fijas. De ese modo también nos aseguramos de que siempre llevamos lo necesario sin necesidad de andar cambiando objetivos.
También hay quien opta por llevar un trípode para poder hacerse fotos en pareja. Honestamente, y esto es igualmente una opinión muy personal, yo no dejaría la cámara en un trípode, salvo en situaciones muy obvias en las que no haya gente alrededor.
Raw y JPG
Toca decidir cómo gestionamos la captura de imágenes una vez que estemos allí. Si ya estamos trabajando en formato RAW no hay mucho más que pensar. Seguiremos igual. Deberemos tener en cuenta que vamos a necesitar gestionar una buena cantidad de archivos, pero no cambiaremos de sistema. Si todavía se trabaja en JPG, este puede ser un buen momento para capturar en ambos formatos, RAW y JPG. Hemos dicho que es fácil que no podamos regresar a ese destino y, ya que vamos una vez en la vida, lo idóneo es hacer las mejores fotos posibles.
Seguramente no uses el RAW ni hoy ni mañana, para eso tendrás tus JPG, pero nadie te asegura que no sigas avanzando a nivel de fotógrafo y dentro de 5 años te des cabezazos por no haber disparado en RAW. A fin de cuentas, es una simple cuestión de espacio.
¿Y para hacer copias de seguridad?
Para el almacenamiento, toca hacerse con varias tarjetas de memoria. ¿Cuántas? ¿De que capacidad? Si vamos a trabajar en RAW ya sabemos que se multiplica la necesidad de espacio. Personalmente, recomiendo llevar muchas tarjetas de capacidad media. Obviamente, tarjetas que nunca hayan dado problemas, que no sean de marcas baratas y que ya hayas probado. No te lleves nada a tu viaje de novios sin haberlo testeado antes. Hoy en día, las tarjetas de 32gb son una opción más que aceptable. En cuanto a marcas, sin tener ni comisión ni interés alguno, puedo decir que tanto Sandisk como Kingston son marcas más o menos fiables.
Pero con las tarjetas de memoria tal vez no sea suficiente. Esas tarjetas se pueden perder, se pueden estropear o pueden sufrir otros problemas. Por eso, es muy recomendable hacer un volcado de las fotos cada vez que terminamos una jornada. ¿Cómo podemos hacerlo? Hay muchas opciones. La mejor es tener un pequeño disco duro al que podamos pasar directamente las fotos. Hay varias opciones en el mercado que nos permiten descargar las imágenes sin más proceso que meter la SD en la ranura y presionar un botón.
Otra opción lógica es descargar las tarjetas en un portátil. Pero viajar con un ordenador no está dentro de los planes de mucha gente. Se puede hacer algo parecido con tablets, pero son opciones que requieren cables especiales, mucho espacio y son un poco latosas. Otra opción es usar el ordenador que nos pueda ofrecer el hotel. Es habitual que este tipo de establecimientos pongan equipos a disposición de los clientes. En este caso deberemos tener en cuenta cargar con un tarjetero fiable.
La nube como mejor opción
Otra buena medida de seguridad es subir nuestras fotos JPG a una nube. Digamos que es la mejor opción, una de las más seguras y a la vez la más complicada de ejecutar. Requiere una buena conexión, tiempo y ganas. Si eres un usuario muy avanzado y llevas portátil puedes crear una acción en Photoshop para crear versiones de 1920px de tus fotos y subirlas en mucho menos tiempo que a tamaño de cámara.
De un modo u otro, un consejo importante es no borrar las tarjetas hasta que sea totalmente imprescindible. Otro buen consejo es que se evite, en la medida de lo posible, ver y/o eliminar fotos en la propia cámara. Muchos autores aseguran que esto provoca fallos en la tarjeta. Si tienes que formatear la SD hazlo con un formateo simple. De ese modo podrías probar a recuperar las fotos con un software específico.
Pero, sobre todo, ¡disfruta!
¡Y a partir de aquí toca disfrutar! No olvides que estás en un país extranjero, con diferentes tradiciones y costumbres. Seguramente, si el país está menos desarrollado que España, notarás que la gente es menos reacia a la que dispares fotos. No obstante, no olvides pedir permiso y repasa la normativa de cada país, al igual que las normas no escritas de cada lugar.
Déjate sorprender por cada lugar, cada textura y cada rincón. Respira el ambiente del país y trata de llevarlo a tus fotos. Apasiónate, pero no olvides que llevas a tu flamante marido o mujer a tu vera.
Raquel y José Manuel
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