Boda en Mirahuerta: Elena y Marco

Hoy tengo el placer de presentaros una boda en Mirahuerta. Como muchos ya sabréis, este espacio es todo un clásico en las bodas zaragozanas y, a la vez, uno de mis sitios preferidos para trabajar. En esta ocasión, Elena y Marco son los protagonistas de esta bonita historia en un día de calor a la zaragozana.

Sin duda, uno de los motivos principales por los que me gusta tanto contar bodas en Mirahuerta es la facilidad para llevar a cabo los preparativos. Por descontado, hablo de bodas civiles en las que los novios deciden hacer el ritual de vestirse en la misma finca. Esto genera grandes momentos y permite contar la historia de una forma global diferente.

Bromas y momentos divertidos

Por descontado, hay que tener en cuenta que Elena y Marco no se vieron hasta el momento de llegar a la ceremonia, pero sí llegaron a vivir esos momentos divertidos en los que hubo que jugar a cerrar y abrir puertas. Al margen de las bromas, esto brinda fotos muy espontaneas y especiales.

En esta ocasión, compartí con ellos las primeras horas de su boda en Mirahuerta, entre besos, abrazos y emociones a flor de piel. Ya al punto de la mañana el calor empezaba a ser más que notable.

La ceremonia

Al filo del mediodía llegó el momento de la ceremonia. Con un gran criterio, todo se programó en un espacio resguardado del calor y con sombra suficiente para albergar a todos los invitados. Dos amigos de Elena y Marco fueron los encargados de dirigir el momento. Es verdad que cada boda tiene una personalidad y una razón de ser, pero sigo siendo un enamorado de las ceremonias al aire libre como esta. Por su naturalidad, cercanía y emotividad, disfruto de ellas de un modo especial.

Tras ella, la boda en Mirahuerta siguió su curso natural y pasamos a un cóctel en el que Elena y Marco aprovecharon para disfrutar de la compañía de su gente cercana. El hecho de tener programada una Postboda les permitió despreocuparse de las fotos de pareja y vivir todo el banquete sin pensar en las fotos. Pocas parejas dudan a estas alturas de la importancia de un reportaje como este.

¡A por el banquete!

Apretaba el calor y llegó el momento de pasar al salón. Sin duda, fue una fiesta en la que se mezclaron los momentos más emotivos con los más locos. Inolvidable la broma de sus amigos con un video de Leticia Sabater felicitándoles por su boda. Como no, la entrega de algunos regalos a su gente cercana puso la nota emotiva.

Sin duda, otro de los motivos por lo que disfruto de una boda en Mirahuerta es por la posibilidad de llevar a cabo la fiesta al aire libre. En esta ocasión, la tarde ya iba refrescando y estar en los exteriores fue todo un lujo. Con la música a todo volumen y entre más bromas, muchas risas y los copazos de rigor llegó el momento de despedirnos.

Hoy quiero agradecer a Elena y Marco su enorme cariño, su simpatía y su disposición durante todo este tiempo. ¡Espero que todo vaya genial!

Fotos de José Manuel y Raquel